3. Misión de la Experiencia Emaús: Rescatar "Ovejas Perdidas" con Amor
La misión principal de Emaús responde a un llamado directo de Jesús: “buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). En nuestro caminar, hemos entendido que esas "ovejas perdidas" somos todos nosotros en algún momento de la vida.
Son las personas que se casaron en la iglesia para cumplir con sus padres pero no con Dios; las que viven sirviendo al dios del dinero y los placeres; las que la sociedad ha convencido de que Dios no existe; o las que, habiéndose divorciado, se sienten heridas y alejadas de la Iglesia. Son aquellas que, por las distracciones, heridas o desilusiones del mundo moderno, han dejado enfriar su fe.
Para acogerlas, Emaús se fundamenta en tres propósitos esenciales:
• Propiciar un encuentro personal: Ayudar a cada persona a sentir el amor incondicional de un Cristo vivo y resucitado que no juzga, sino que abraza y sana.
• Revitalizar la comunidad parroquial: Traer de vuelta a los laicos para que, con el corazón renovado, se pongan al servicio de su párroco y su iglesia, convirtiéndose en luz para otros.
• Ser "mensajeros" de esperanza: Como describe el Papa Francisco, necesitamos ser una Iglesia capaz de acompañar a quienes se han alejado, de entrar en su conversación y, con nuestro testimonio, "encender sus corazones".
Para cumplir esta misión, Emaús propone una experiencia única e inolvidable.